
No sé si es convicción...
o ficción.
En esos momentos una no sabe qué pensar.
Se piensan antiguas ilusiones y se creen posibles monedas de cambio.
Pero luego se vuelve casi al punto de partida,
habiendo avanzado sólo unos pocos metros.
Se demuestra así lo lento de este camino a compartir.
Efectivamente, no deja de ser un simple entrenamiento.