martes, 14 de octubre de 2008
Llegó el momento...
llegó rápido y punzante.
Hiriente.
Desconcertante.
Como cada vez que vuelven a aparecer los coletazos de aquella historia...
Y cada una de esas veces te das cuenta de cómo escapa a tu control,
de cómo eres cuando eres débil, cuando eres sólo corazón.
En estos casos la mente, la consciencia y la voluntad son mera decoración, el atrezzo de tu apariencia...
"Las riendas ya se soltaron, amiga..." - me repito a mi misma - "ya es tarde para volver a agarrarlas. Y es mejor que no vuelvas a cogerlas más...simplemente déjate llevar".
Ésto es...el siempre recurrido y consolador autoconvencimiento.
(¡Pero qué poco original, y cuán decepcionante!
¿Cuántas veces habrán de tener lugar para no volver a caer en esta degradante redundancia?)
Sin respuesta, de nuevo...
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2 comentarios:
repeticiones, espasmos,
maneras de un sentimiento incontrolable.
saludos.
magnifico momento congelado de ese vuelo amiga!
las respuestas llegan y lo sabes...
paciencia :)
abrazo
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