viernes, 27 de marzo de 2009

A un pueblo pesquero...



- ¡No seas embustera! - me decías.

¿Y ahora quien es el embustero?

Si en realidad todo en torno a ti ahora es falso.


Todo el mundo dice que te has ido,

que si un señor viene a despedirte ante nosotros,

e incluso hay bandas estúpidas rodeando complementos florales

y toda esa parafernalia que seguramente tú no hubieras aceptado.


Te hubieras quedado en la puerta conmigo recordando, tal vez,

aquella vez que un cura me echó de la iglesia...y nos reiríamos de mis dieciséis años.


Pero no, tuviste que seguir la corriente a todos,

incluso al que se estaba inventando cosas sobre tu vida...


De todos modos no me importa,

sé perfectamente que todo es una mentira.

Tú no te has ido a ninguna parte,

¿por qué todo el mundo se empeña en pensar lo contrario?

Te creía con un mayor poder de convicción,

de hecho creía que el mío lo heredé de ti, y si no eso exactamente, algo muy similar.


En fin, me es indiferente lo que aquí se respira,

por eso me salgo a la escalera en este día gris del mes de marzo,

e intento que tu presencia permanezca intacta,

lo intento y casi lo consigo...




Lo intento...y lo consigo.

1 comentario:

Pedro Chincoa dijo...

Ese pueblo pesquero bien podría ser la isleta del moro
o cualquier otro donde los otros sean
y no estén.

un beso.